Disfrutando del temporal

Con alerta meteorológica por viento y fuerte oleaje, me dispuse a realizar mi tirada larga semanal. Salgo de casa a las 9 de la mañana, esta nubladísimo y hace pelete.
Comienzo a trotar a ritmo algo más vivo del habitual para quitarme el frío de las piernas (puede sonar a guasa lo de tener frío cuando los termómetros marcan 16ºC, pero así somos los canarios). Decidí a última hora hacer mi entreno en su totalidad por la avenida marítima, a pesar del peligro de que alguna ola como la de la foto me dejara bien remojadito. Esta vez acerté de pleno porque a pesar de que la ventolera era considerable, la dirección del viento era diferente a el habitual alisio del NE, que hace que en el tramo de ida hacia la playa de la Laja, vayas muy cómodo por el viento a favor y a la vuelta el viento, convierta en muchas ocasiones los últimos kilómetros en un suplicio.

El mar está bravo, las olas son enormes y salpican la avenida, aunque por suerte hay sitio para correr sin salir empapado. Voy haciendo kilómetros: Lady Harimaguada, San Cristóbal, la solitaria playa de la Laja...Las sensaciones son buenas. Llego a la escultura del Tritón y toca dar media vuelta, poco después el mp3 me deja tirado (ya se ha ganado la jubilación porque la batería apenas me duró una hora). No hay problema, a partir de ahora solo me acompañará el sonido del viento y las olas. El viento da de costado con lo que no tengo que pelear por avanzar cada metro. Sigo fresco como una lechuga. Voy probando cosas de cara a Barcelona, ya no desayuno cuando salgo a correr por la mañana (un té y como mucho una barrita energética si me despierto desmayao), nuevos geles (hoy tocó uno de manzana del Decathlon de textura muy agradable que me dió un plus de energía en los últimos 35 minutos de carrera).

Afronto el tramo final por la playa de Las Alcaravaneras, el Muelle Deportivo y el Parque Romano. Llego al romano con la piel llena de salitre y con los pezones bastante resecos por el viento (suerte que hoy salí con una camiseta roja porque al final incluso sangraron un poco a pesar de la vaselina), acabando los dos últimos kilómetros en 10:10 sin forzar la máquina a tope.

Fue un entreno de 2 horitas (exactamente 2:00:31) en los que recorrí unos 22,9 kilómetros. Buenas noticias porque hasta ahora nunca había hecho una tirada larga similar a ese ritmo (5:16 x Km) y con tan poca fatiga. 

La cosa parece que marcha a solo 50 días para mi segundo Maratón.