X San Silvestre de Las Palmas

Disfrutar de lo lindo haciendo lo que a uno le apetece, olvidarse de marcas, ritmos, puestos y demás. Salir a gozar de cada metro, entre continuas risas y bromas. Para eso sirve la San Silvestre de mi ciudad.

Éramos más de 2000, probablemente la mayor cantidad de runners que se ha congregado nunca hasta ahora en Gran Canaria.....Record que será superado dentro de 19 días en la Gran Canaria Maratón, Medio Maratón y carrera de 10 kms (a día de hoy hay 2899 inscritos entre las tres carreras). El Running está cada vez más de moda, cada día se ven más galgos, corredores, trotones, runners y joggers por mi ciudad. La fiebre runneril se extiende como virus.

Ni dorsales ni tiempos. La prueba era una fiesta relajada y en ese sentido me la tomé.

Salí atrás del todo acompañado por dos de mis mejores amigos; uno runner habitual desde hace varios años con 1:40 en Media Maratón y el otro, que aunque lleva poco tiempo corriendo, es todo un ejemplo de hombre polideportivo (pues practica con asiduidad vela latina, fútbol, squash, pádel, frontenis, senderismo....).

Empezamos los 7,5 kilómetros a ritmo megatranquilo. Una vueltita al Parque Romano (que han puesto bonito para la ocasión) donde los primeros corredores están a poco más de 100 metros de doblar a los últimos. Unos 900 metros de serpiente monocolor, todos con su camiseta azul marino.

Al salir del parque nos encontramos el primer parón del recorrido, al formarse un embudo en la rampa frente a la Comisaria de Policía. Casi un minutito para avanzar unos pocos metros.
El recorrido continua por el asfalto hasta llegar a la rotonda de Juan XXIII. Esta era la novedad del trazado de este año, muy acertada por cierto, pues nos ahorrábamos los interminables colapsos que se formaban otros años para acceder desde el Muelle Deportivo hasta la Avenida Marítima.

Al llegar a la avenida nos vamos animando y empezamos a adelantar gente, cuesta porque hay muchísima y la zona está dividida por conos que separan el camino de ida del de vuelta. Poco a poco nos comenzamos a cruzar con los corredores de cabeza, el tercero es un niño que no debe tener más de 14 años y que va como un tiro, poco más atrás (sobre el puesto 30) nos cruzamos con otro gran amigo, Manolo, mi acompañante en la Media de Santa Cruz y la Maratón de Valencia. Está preparando la Maratón de Gran Canaria y como siempre va en carrera dándolo todo.

Media vuelta a la altura de la escultura de la Vela Latina, seguimos en nuestra progresión haciendo muchos zig zags, aunque el ritmo sigue siendo cómodo. Al llegar al kilómetro 5 de carrera nos encontramos algunos vasos de plástico por el suelo, señal de que en algún momento hubo algo de avituallamiento líquido por ahí. Feo detalle de la por otro lado más que correcta organización. Si pones un avituallamiento líquido, asegúrate de que llegue a todos los corredores, pues el agua la necesitarán muchísimo más l@s corredor@s del pelotón de cola y que en algunos casos tardarán, con mucho esfuerzo, casi 1 hora en cruzar por meta, que los galgos de cabeza que harán los mismos metros en la mitad de tiempo.

Al llegar a la rampa por la que descendemos al Muelle Deportivo, nos encontramos otro tapón (la carrera ha crecido tanto en estas 10 ediciones que ya toca un cambio de recorrido, que al menos evite los puntos negros donde te tienes que parar de tanta aglomeración de gente que hay).

Por el muelle deportivo ya nos dejamos llevar y aceleramos más y más. Uno de mis amigos se queda un poco atrás pero el otro quiere ir a tope de ahí hasta la meta, me voy con el segundo, haremos la vuelta final al Romano a tope, una serie de 1000 metros.

Como estoy muy fresco, no me cuesta mucho acelerar, pero hay poco espacio para adelantar. Vamos por donde hay algún hueco e incluso al final hacemos algunos metros por el césped. El sofocón final nos lleva en un plis plas hasta la meta, donde esperamos al amigo rezagado. Abrazo final y a la rifa a ver si cae algo, llega el Momento Sartenes.

Momento Sartenes

Tras unos minutos de animada charla sentados en el césped, tomando papas fritas a la vinagreta y actimeles varios, comienza el habitual sorteo. Una bicicleta, material deportivo, móviles, cestas de Navidad...y un juego de 3 sartenes.

- "A continuación vamos a sortear un juego de sartenes" comenta el speaker a través de una megafonía que se oía perfectamente a 500 metros del parque pero que apenas era entendible a 15 metros de la persona del micrófono.

- "Buahhhh menuda birria de regalo" decimos varios al unísono.

- "El ganador es el.......1069........¿Está el 1069 por ahí?"

- "Chacho...¡¡¡Chacho que es el tuyo!!!.......¡¡¡¡¡Nos han tocado las sartenes!!!!........Oeoeoeoeoeeeeeee!!!!!!!

Jolgorio, abrazos, risas y emoción, uno de mis amigos se llevó un juego de sartenes y nos fuimos para casa tan contentos.