Pasta Party: La Gran Mentira del Running
Hay muchas cosas que rodean al Maravilloso Mundo del Running que son mentira... Ninguna zapatilla te hará correr como un keniata (Como un keniata que corra con asiduidad porque supongo que en ese país habrá gente sedentaria y con barriguita)... Ningún gadget, ni aunque cueste cientos de euros, te hará ser mejor corredor en cuestíón de segundos (Las fotos preCarrera serán las más molonas dentro del submundo del #Postureo, pero si has entrenado como siempre, harás la marca de siempre)... y No existen los milagros en forma de marcones estratosféricos inesperados el día de una Maratón (Si tu amigo te dice que no ha entrenado, que llega en baja forma, que se conforma con llegar a Meta y luego hace MMP de galgo, es que es un mentirosillo y un Tapado de manual).
Pero, La Gran Mentira Suprema del circo de las carreras son las llamadas Pasta Party. Nunca dos palabras juntas tuvieron un significado tan engañoso... Recuerdo la primera vez que me apunté a una carrera, aquel lejano momento en que mis pezones aún eran delicados y en la base de mi escroto aún no se había formado callo. Como todo runner novato revisaba mil veces la web oficial, escrutando toda la información, el reglamento, el contenido de la SuperBolsa del Corredor y tratando de adivinar en que consistía esa Misteriosa Fiesta que se celebraba el día anterior a la carrera.
Pasta Party, que nombre tan sugerente. Por un puñado de euros, tienes carrera, avituallamientos, camiseta y una invitación a toda una SuperFiesta. Suculentos platos de pasta rodeados de un ambiente de jolgorio y desparrame... Si nunca has ido a ninguna y tienes una en mente, no vayas aún a la Farmacia a por profilácticos y vaselina pa´lo que surja... Espera a leer hasta el final de esta entrada.
En mi vida runneril he tenido "el placer" de asistir a 3 de estos eventos, y debo decir que de Fiesta tienen bien poco... Según la calidad se las podría catalogar como un sucedáneo entre un Menú Carcelario de PostGuerra y un Rancho de Campo de Refugiados. Tres días en los que tuve que hacer una larga fila, para acabar delante de una señora, que con desgana llenaba mi plato de plástico de macarrones insípidos y pastosos con salsa de tomate de bote. Para acompañarlos pan semiduro y una pieza de fruta (de la más barata que haya en ese momento en el mercado).
Creo que viendo lo que ofrecen, ya es hora que les cambien el nombre por un simple "Comida de la Pasta" o un claro "Carga de Hidratos Menú Básico"... Me pregunto si los presos de alguna cárcel inmunda en el rincón más oscuro del planeta tendrán que aguantar nombres tan simpáticos cuando hacen cola con sus platos oxidados de metal... Me imagino la escena... "¡¡¡Vamos nenas... alegren esas caras que hoy tenemos menú especial... Pasta Party con sorpresa!!!"
Pancho, me gusta tu nueva faceta de dudar de todo. Has pasado de ser el azote de los organizadores de carreras al azote de los vendemotos varios, y eso me gusta. Como decía el Dr. House, "todos mienten". Eso es aplicable al 100% del universo running, cada día nos bombardean con artículos sobre como mejorar tu 10K, qué comer antes de una carrera, cómo entrenar las cuestas y demás patochadas que la gente tuitea, retuitea, publica y distribuye contínuamente, teniendo uno la sensación de vivir en el día de la marmota.
ResponderEliminarEl secreto es entrenar. Punto y final. Y disfrutar entrenando.
Sobre la pasta party, qué quieres que te diga, si viajo a alguna maratón prefiero buscar un pequeño restaurant donde disfrutar de una buena comida antes de que me sirvan el rancho de hidratos en una bandeja metálica.
Yo me las he saltado todas. No me inspiran confianza. ¿Y si te dan cagalera?
ResponderEliminarDeja, deja.
Lo malo de poner comentarios en blogs como tuyo, es que Gonzalo siempre escribe primero y luego no tengo nada a la altura de lo que el dice. Simplemente un aviso, la línea editorial que estás cogiendo no es la que le gusta al Cabildo, ten por seguro que: o cambias o no saldrás en las fotos a lado del político de moda en las islas.
ResponderEliminarLa cena antes de una carrera es sagrada, qué valientes sois al ir a la "Carga de Hidratos Menú Básico". Nunca he asistido. Por cierto, excelente entrada!
ResponderEliminarbss
Tania
Solo pique en la primera y porque íbamos un grupo de amigos, es mas y dando una vuelta de tuerca al asunto no me creo que sea necesario hacer esa carga de hidratos justo el día anterior y menos la noche anterior, algo ligero para conciliar bien el sueño y ese relax tiene mas efecto.
ResponderEliminarOtra cosa que estoy esperando es que después de tomar un gel maravilloso en carrera las piernas se te empiecen a mover solas, bueno ya no porque deje de tomar geles.
Anda que no tienes razon, un pegote de pasta fria y de fiesta poco, la maraton de Malaga la pasta party la sustitui por una pescaitos fritos party y me fue de cojones jeje. Un saludico.
ResponderEliminarAqui hace dos años corrí una y quede tan contento con la carrera que ni llegue a ver la pasta .... Un auténtico desastre de circuito y de organización . No me veran más ...
ResponderEliminarY encima ya hay organizaciones que las cobran aparte. Top!
ResponderEliminarPero para top tus últimas entradas, estás sembrado.
Se te ha pasado por alto el pequeño detalle de tener que esperar de pie hasta que alguien se levanta y te cede el sitio, y si vais cuatro amigos toca o suelo o bordillo como asiento.
ResponderEliminarJoder Pancho. Te quejas por todo...como yo!
ResponderEliminarLlevas toda la razón, muy buena entrada, no te has equivocado en nada.Un abrazo
ResponderEliminarSegún qué Pasta Party, sí que merece la pena... En la NYC Marathon es una auténtica fiesta, música, animación, mesas con gente variada contando su vida y milagros, una cena completa, cerveza incluida, fruta, pretzels, pequeña feria del corredor, reconocer los últimos metros de la carrera y visualizarse acabándola al día siguiente... Pero claro, en otros casos, no llega al nivel. En Sevilla por ejemplo acabé muy desencantado, poca comida, mucha cola, y nada de animación. Como todo, depende de lo serio de la organización.
ResponderEliminarYo me suelo apuntar a la de casa, que cada vez es más paupérrima pero siempre la hago bien acompañado. Depende de la compañía, es más party que pasta.
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